Introducción: Las inspecciones rutinarias son esenciales para garantizar el funcionamiento seguro y confiable de los transformadores en diversas condiciones climáticas. Aquí hay algunas inspecciones simples pero cruciales para realizar en diferentes escenarios climáticos:
Clima ventoso: Durante condiciones ventosas, es importante revisar si hay escombros que puedan ser fácilmente arrastrados hacia el área del transformador. Estos escombros podrían representar un riesgo de caer sobre componentes vivos. Además, vigile el movimiento de los cables de conexión para asegurarse de que todo esté seguro.
Clima neblinoso: En condiciones de niebla, inspeccione el transformador en busca de cualquier señal de arqueo o descarga en las boquillas. Estas condiciones pueden afectar el rendimiento del aislamiento y provocar fallas.
Clima nevado: Después de una fuerte nevada, examine el transformador en busca de acumulación de nieve o formación de hielo entre la cubierta y las boquillas. Asegúrese de que la nieve no cubra instrumentos como indicadores de nivel de aceite, indicadores de temperatura o relés de gas.
Después de tormentas eléctricas: Después de una tormenta eléctrica, verifique los pararrayos en todos los lados del transformador en busca de cualquier indicio de funcionamiento. Además, inspeccione el transformador en busca de daños, grietas o marcas de descarga en las boquillas.
Cambios bruscos de temperatura: Durante cambios bruscos de temperatura, monitoree de cerca el nivel de aceite y la temperatura. Las fluctuaciones rápidas de temperatura pueden afectar el funcionamiento del transformador, requiriendo ajustes para una operación segura.
Realizar estas inspecciones rutinarias en diferentes condiciones climáticas garantiza la confiabilidad del transformador y minimiza el riesgo de fallas. El mantenimiento regular ayuda a proteger el equipo y garantiza un suministro continuo de energía.
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